Audi Q8: deportivo, de alto nivel

El Q8, el primer SUV coupé de Audi, es toda una novedad para la compañía de los aros, pero hay que reconocer que el fabricante está algo atrasado en este terreno. BMW lleva muchos años comercializando sus X6 y X4. Lo mismo ocurre con Mercedes con su GLE y GLC coupé. A Audi le ganaron incluso Land Rover con su Velar y Maserati con el Levante. Por lo tanto, era el momento de que el Ingolstadt reaccionara. Ahora se hace con el Q8, puntualiza el concesionario vender coche Crestanevada.

Como hemos visto en las últimas producciones de Ingolstadt (A1, Q3, por ejemplo), el estilo de Audi está evolucionando bajo la dirección de Marc Lichte. Nada revolucionario, pero las diferencias son evidentes. Por ejemplo, el Q8 tiene una nueva parrilla octogonal con 6 barras verticales. La mayor novedad es que la parrilla puede llevar una «máscara» gris o negra. Si a esto le sumamos el trabajo realizado en los faros para hacerlos más cónicos, obtenemos un Q8 con un frontal dinámico e incluso agresivo. Esta nueva identidad debería encontrarse pronto en todos los SUV de la marca.

De perfil, el Q8 sigue las pautas de estilo de un coupé con puertas sin marco y una pronunciada línea de techo. La parte trasera se distingue por una franja luminosa que une las luces y que, por tanto, recorre toda la anchura del vehículo.

Más allá de su estilo, una cosa es cierta, este Q8 es un bebé grande. Tiene casi 5 metros de largo y 2 de ancho. Si tal tamaño puede resultar penoso para un uso urbano cotidiano -que sin embargo será el de un buen número de modelos-, tiene la ventaja de garantizar una buena habitabilidad. Y «bueno» es un eufemismo, ya que el espacio dedicado a los pasajeros traseros es muy grande. Este es digno de una limusina.

Gracias a su distancia entre ejes de 3 metros, no hay que preocuparse por el espacio para las rodillas, e incluso el espacio para la cabeza es generoso. Así pues, Audi cumple todos los requisitos en este ámbito. El otro punto fuerte del Q8 es su volumen de maletero, que varía entre 605 y 1.755 litros. Es una pena que el umbral de carga sea tan alto, pero Audi ha pensado en todo con la posibilidad de rebajar su altura gracias a las suspensiones neumáticas que se pueden activar desde un botón en el maletero.

En la parte delantera, los pasajeros descubrirán el salpicadero inaugurado por el último A8 y reservado ahora a los modelos de gama alta, es decir, el A8, el A7 Sportback, el A6 y el Q8. El salpicadero es muy recto y horizontal, y consta principalmente de tres pantallas digitales de generoso tamaño. El primero es el Virtual cockpit, la instrumentación 100% digital de Audi. Ahora se completa con una pantalla táctil multimedia con tecnología aptica (se siente la presión) y con una última pantalla situada en la parte inferior de la consola central que sirve para controlar la climatización pero también para escribir el destino de la navegación con el dedo.

No hay nada malo en la calidad y el muy buen ensamblaje, pero ¿podría ser de otra manera para un vehículo cuyos precios comienzan en 80.000 euros?

Audi ha mantenido la sencillez con el lanzamiento del Q8. Sólo un motor. Es un 3.0 TDI V6 con 286 CV. Un motor muy conocido que equipa otros modelos de la marca. Con semejante potencia y 600 Nm de par, este motor tiene todos los atributos para impulsar el Q8 sin problemas. Esto es así, con la salvedad de que el Q8 es relativamente pesado: nuestro modelo de pruebas pesaba alrededor de 2.200 kg. Esto tiene inevitablemente consecuencias en el dinamismo, siendo el coche poco dinámico. Esta impresión se ve reforzada por la caja de cambios Tiptronic de 8 velocidades, que está lejos de ser ejemplar. Mientras que en una conducción suave, los cambios de marcha son muy fluidos y transparentes para los pasajeros, la situación se deteriora rápidamente cuando se aumenta el ritmo. En este contexto, la transmisión está llena de tirones. Este es un nuevo problema con esta transmisión. Audi es consciente de ello y explica este fenómeno por los nuevos parámetros de gestión de la transmisión en vista de las nuevas normas WLTP. El único remedio es optar por el modo manual. No es una sorpresa cuando se trata del consumo de combustible, ya que encontramos una media de 12 litros durante nuestra prueba de conducción. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este Q8 se beneficia de un sistema micro-híbrido que le permite activar el sistema Stop & Start a partir de 22 km/h y hacer un recorrido por inercia entre 55 y 160 km/h, lo que permite reducir el consumo.