Todavía superado por el Renault Clio y el Peugeot 208 en términos de ventas, el Citroën C3 se renueva ahora con la ambición de poder hacer por fin sombra a estas dos referencias. Entonces, ¿es posible o no?
Lanzado en 2002, el C3 es un modelo esencial para Citroën. Desde su lanzamiento, se han vendido más de 3,5 millones de unidades y se ha convertido en el modelo más vendido de la marca. La segunda generación del Citroën C3 se lanzó en 2009 y se ha consolidado rápidamente como un valor sólido en el segmento de los coches urbanos. Sigue siendo uno de los 10 coches más vendidos. Sin embargo, nunca ha conseguido alcanzar el nivel de un Peugeot 208 o un Renault Clio, este último sigue siendo el coche más vendido en Francia. Así, mientras la competencia es cada vez más feroz en una categoría que representa una de cada tres ventas en España y una de cada diez en Europa, Citroën ha decidido simplemente empezar de cero.
Esta revisión implica, sobre todo, un nuevo diseño. Atrás quedaron los días del C3 regordete. Tiene líneas completamente diferentes, más masculinas pero también más dinámicas. Entre las novedades, destacan de inmediato los air bumps, heredados del C4 Cactus, pero aquí reducidos en tamaño y situados más abajo, así como las numerosas posibilidades de personalización, aunque hay que tener en cuenta que estos dos elementos sólo son de serie en el nivel más alto de Shine. Hay nueve colores de carrocería disponibles (Blanco Banquise, Negro Perla Nera, Gris Tiburón, Gris Aluminio, Rojo Rubí, Verde Almendra, Azul Cobalto, Naranja Power y Arena) combinados con tres colores de techo (Blanco Ópalo, Negro Ónix y Rojo Adén), lo que da un total de casi 36 combinaciones si se tienen en cuenta las pinturas clásicas.
Los toques de color no se limitan al techo, ya que también se encuentran en los bordes de los faros antiniebla, los air bumps y las tapas de los retrovisores. Esta es una novedad para Citroën, y el C3 se centra ahora en su aspecto, señala el concesionario de coches de segunda mano Madrid Crestanevada.
Al igual que las generaciones anteriores, el nuevo C3 sólo está disponible en versión de 5 puertas, que es el caso del 90% del mercado de coches urbanos. Ahora tiene una longitud de 3,99 m, 5 cm más que el modelo anterior, pero sigue estando por debajo de los 4 m. Es menos alto (1,47 m) y ya no tiene parabrisas cenital, lo que fue un gran éxito entre los clientes. Se puede sustituir por un techo panorámico, pero como opción.
No hay cambios en cuanto a la practicidad, ni en el espacio trasero, que sigue siendo medio, ni en el del maletero, que es uno de los mejores de la categoría con 300 litros (el mismo valor que el modelo anterior). Lo único que lamento es el elevado umbral de carga. Además, hay mucho espacio de almacenamiento en la cabina.
El interior también confirma el cambio de época de este C3. También es una limpieza del pasado. El salpicadero, ahora muy recto, está claramente inspirado en el mundo del mueble. Esta es una tendencia básica en Citroën, que también se refleja en el concepto C-Xperience que se exhibe actualmente en el Salón del Automóvil de París. Disponible en los colores básico, Gris Metropolitano, Rojo Urbano y Hype Colorado, el ambiente a bordo es muy agradable con un panel de instrumentos de fácil lectura completado por una pantalla táctil tomada del C4 Cactus y del C4 Picasso, que lamentablemente está situada un poco demasiado baja.
Por último, la principal crítica que puede hacerse se refiere a la calidad de los materiales utilizados. Hay demasiados plásticos duros, por ejemplo en el salpicadero. Este último incluso se refleja en el parabrisas, lo que resulta molesto. Citroën comete el mismo error que Renault al lanzar el Clio, pero este último corrigió la situación cuando reestilizó su coche urbano. Sin esto, Citroën entregó un ejemplar casi perfecto.