Honda ha situado su nueva gran trail en la categoría ON/OFF junto con su hermana pequeña la 800 Crossrunner y la básica NC700X. Diseñados para el aventurero que hay en cada motorista, estos nuevos modelos pretenden atraer a una clientela que quiere conducir una máquina versátil que se encuentre igual de a gusto en la ciudad, en carretera abierta e incluso en carreteras secundarias sin asfaltar. En un sector en el que la competencia es dura (1200 GS, Versys 1000, Super Ténéré, 1200 Tiger) la marca alada sale airosa. Veamos cómo.
Cuando oyes VFR, inmediatamente piensas en deporte. Pues bien, ¡ya no! La Crosstourer está propulsada por el motor de 4 cilindros de la VFR 1200, que ha sido rediseñado para proporcionar más par a bajo y medio régimen, manteniendo al mismo tiempo un tamaño reducido. Los cilindros traseros se han acercado para hacer el molino más compacto, se ha utilizado la tecnología unicam para reducir el peso, se ha reducido la elevación de las válvulas, los tubos de admisión se han hecho más largos y de menor diámetro, y los tubos de escape se han reducido en diámetro para permitir que el motor sea melocotón a partir de 3.000 rpm. Los 95 kW (129 CV) de potencia máxima se alcanzan a 7.750 rpm. Datos que hacen que el probador esté impaciente por ponerse en marcha. ¿Buscas motos de ocasión? En Crestanevada tienes las mejores motos de segunda mano del mercado.
El primer contacto no deja indiferente. El aspecto es el de una moto trail (manillar alto y ancho, ruedas de radios, semicarenado, parte trasera alta). Nos seduce el aspecto compacto y dinámico para una máquina de este tamaño. Aunque algunos elementos están tomados prestados de la competencia alemana, la moto japonesa tiene su propio estilo gracias a un semicarenado de dos niveles original y bien integrado, un faro vertical para acentuar la impresión de fluidez, un pequeño parabrisas (grande en opción), intermitentes cónicos de LED, una carrocería bicolor y una zaga sobria y funcional.
Con una altura de asiento de 850 mm, no es realmente para los más pequeños. Los que midan menos de 1,80 m tendrán que subirse a ella y tener cuidado a baja velocidad. En cambio, los pilotos más altos la encontrarán de su agrado, tanto en parado, ya que el estrechamiento del sillín permite un buen control de la moto, como en movimiento (piernas no demasiado flexionadas). En cuanto al peso, los 275 kg (285 kg en versión DCT) no hacen de la Crosstourer una moto ligera de mover. Afortunadamente, el peso extra se olvida una vez en movimiento.
La posición de conducción es cómoda: espalda recta, piernas bien integradas en el carenado y no demasiado flexionadas, empuñadura ancha y brazos ligeramente flexionados. El pasajero también está bien atendido gracias al cómodo asiento ligeramente elevado y a los asideros integrados en el carenado trasero. La horquilla delantera invertida con 43 mm de recorrido y el amortiguador trasero, ambos regulables en precarga y rebote, permiten tanto largos viajes como paseos a dúo por pequeñas carreteras comarcales.
Como es habitual, Honda cuida los detalles gracias a los paramanos originales, un completo cuadro de instrumentos digital con todas las indicaciones esenciales (dos contadores diarios, consumo medio e instantáneo, indicador de marcha engranada, cuentarrevoluciones, temperatura del motor, temperatura exterior, hora, indicador de precisión y luces visibles). Bajo el asiento, un pequeño espacio permite guardar algunos objetos útiles.
Desde los primeros metros, te conquista la flexibilidad del cuatro cilindros y la facilidad de conducción a pesar del centro de gravedad alto y el consiguiente peso. Aparte de algunos golpes a bajas revoluciones en 2ª velocidad, el placer está ahí. El 1200 arranca sin problemas incluso por debajo de 4.000 rpm en 6ª marcha. Más allá de eso, los genes deportivos made in VFR vienen a la mente y la caballería está ahí. Empuja con fuerza y rápidamente se alcanzan velocidades inconfesables, incluso a plena carga. El sistema ride-by-wire permite una aceleración muy precisa y la manejabilidad es perfecta gracias a la excelente distribución del peso, la rigidez del chasis de aluminio y la alta calidad del chasis. El manillar ancho facilita mantener la moto en su trayectoria y dirigirla en las curvas, mientras que la gran moto trail es fácil de arrancar y fácil de parar. Honda ofrece de serie un sistema de frenos C-ABS, compuesto por un doble disco delantero de 310 mm y un único disco trasero de 276 mm, combinados con ABS. El sistema es muy eficaz. Incluso si eres demasiado optimista en las curvas, una ligera presión en la maneta de freno hará que todo vuelva a su cauce. Para situaciones complicadas, la VFR está equipada con la última generación de control de tracción (TCS), que mide el cambio de velocidad de la rueda trasera y regula automáticamente la potencia si la rueda trasera está en peligro de derrapar. Una ventaja que no tuve la oportunidad de probar debido al tiempo soleado. Al frenar fuerte, la horquilla se hunde con demasiada facilidad, pero un ajuste fino de la suspensión permite borrar este pequeño reproche.
Diseñado para llevar cómodamente a sus tripulantes en viajes de larga distancia, este gran viajero permite etapas de 300 km sin repostar gracias a su depósito de 21,5 l. Los hambrientos de kilómetros lamentarán la autonomía relativamente corta en comparación con la competencia. Incluso en conducción económica, el consumo medio se acerca a los 6,5 l. En cuanto a los neumáticos, las bonitas ruedas de radios sin cámara están equipadas con Bridgestone 150 detrás y 110 delante. Una transmisión por cardán completa el conjunto. Para las vacaciones, Honda ofrece unas robustas maletas de policarbonato imitación aluminio con una capacidad decente. Sin embargo, la falta de protección para la espalda en el baúl no gustará a su pasajero. El baúl de la Varadero es adaptable, y aunque la protección para los brazos y las piernas es buena, los motoristas más altos deberían optar por la burbuja alta porque a altas velocidades, la exposición a las turbulencias puede cansar los hombros y el cuello. Lo mejor de esta máquina es su motorización. El motor de cuatro cilindros ha conservado su carácter deportivo, incluso cuando está suavizado. Conducir esta moto es una auténtica delicia, tanto que a veces uno lamenta que no esté diseñada para explotar todos los recursos de su maquinaria. El peso de la Crosstourer limita las posibilidades de incursionar en carreteras de montaña, por lo que es en asfalto donde la Crosstourer te dará las máximas satisfacciones.