Líder de una categoría en extinción, el Fiat 500 L se somete sin embargo a un restyling. El pequeño monovolumen italiano reorganiza su gama y da a su interior un lavado de cara muy necesario. Todo ello a precios que no cambian ni un ápice. Prueba la versión aventurera Cross, equipada con el motor diesel Mjt 95.
Aunque el mercado de los monovolúmenes pequeños ha disminuido desde la explosión de los SUV, varios actores persisten, como Ford con el B-Max, o se adaptan, como Citroën con su futuro C3 Aircross. Hoy en día, es el líder de la categoría que se está sometiendo a un restyling. El Fiat 500 L, la versión familiar del Fiat 500, genera suficiente volumen para que el grupo FCA (Fiat Chrysler Automotive), que se está recuperando, le dé una actualización.
Exteriormente, el italiano mantiene su tamaño (4,24 m), pero recibe una nueva parrilla, un cromado alrededor de la matrícula y una firma luminosa que se asemeja a la forma del «0» del logotipo del 500. En la parte trasera, el gran protector de plástico rugoso ha desaparecido, al igual que los faros adicionales que contenía. Ahora son más discretos en la parte inferior del parachoques.
El 500 L no es sólo un coche, es una familia con tres variantes: estándar, touring y 7 plazas. El fabricante también aprovecha este restyling para renombrar estas tres carrocerías. El modelo estándar se llama ahora Urban, la versión aventurera se convierte en Cross y la versión de 7 plazas (ampliada) pasa a llamarse Wagon. Nuestra versión de prueba, un 500L Cross, cuenta con trucos off-road como guardabarros, una mayor distancia al suelo (+25 mm) y pasos de rueda de plástico bruto.
Es sobre todo a bordo donde evoluciona el coche transalpino. El volante es nuevo y el panel de instrumentos se ha rediseñado en torno a tres cilindros que son mucho más fáciles de leer que antes. Los plásticos y la calidad de los acabados están en la línea de su hermana, la 500 X, es decir, correcta para la categoría. El salpicadero también se ha limpiado para mostrar el nuevo sistema multimedia UConnect con una pantalla táctil de 7 pulgadas. Al igual que el 500X, su uso es intuitivo y cuenta con conectividad Android Auto y Apple Car.
El 500 L, de carácter familiar, ofrece una gran variedad de espacios de almacenamiento, algunos de ellos rediseñados para la ocasión, y sobre todo mucho espacio a bordo. El italiano es uno de los mejores estudiantes del mercado, tanto por el espacio para las piernas como por el espacio para la cabeza, gracias a su generosa altura de techo, puntualiza el concesionario de coches segunda mano Crestanevada. Esta impresión de espacio va acompañada también de una gran modularidad con un asiento trasero que se desliza 12 cm y se puede dividir 2/3-1/3 y un maletero de 455 litros. Este último está compartimentado y puede ampliarse hasta la friolera de 1.480 litros.