Lo que podemos aprender de cómo afrontan el duelo personas de otras culturas

Si nos fijamos en las diferentes culturas del mundo, ¿podemos aprender a apoyar mejor a quienes sufren el duelo? Está ampliamente aceptado que el dolor que se siente tras la pérdida de un ser querido es único. Esto hace que sea difícil para los que le rodean aconsejarle sobre cómo gestionar su duelo.

Nuestra falta de comprensión ha contribuido a que tres cuartas partes de las personas en duelo afirmen que no recibieron el apoyo que necesitaban.

Esto puede tener efectos perjudiciales mucho después de que se celebre el funeral. Un duelo no resuelto puede conducir a la depresión y causar otros problemas psicológicos en etapas posteriores de la vida. Y algunos investigadores han sugerido incluso una relación entre estos problemas no resueltos y la obesidad y la diabetes.

Quizás parte de nuestro problema es que a veces vemos el duelo como algo de lo que tenemos que recuperarnos. Tal vez observando otras culturas podamos aprender a vivir con nuestro dolor y estar más sanos gracias a ello.

Darse tiempo para recordar al ser querido

No existe un periodo de duelo acordado tras la pérdida de un ser querido. En cambio, los periodos de luto suelen ser una tradición transmitida en las comunidades religiosas.

Los funerales de los cristianos ortodoxos orientales, por ejemplo, incluyen la expectativa de que se llore a los seres queridos hasta 40 días después del funeral. Este tiempo concedido para ayudar a los amigos y familiares desconsolados es compartido por otros grupos de distintas religiones. Las comunidades de muchos países islámicos también practican un periodo de luto de 40 días.

En algunas comunidades islámicas, este periodo puede incluso ampliarse a cuatro meses y diez días para los viudos. Pero incluso este largo periodo queda empequeñecido por el periodo de luto tras el fallecimiento de uno de los padres en los funerales judíos, que puede durar un año entero, señala funeraria Emucesa.

Además del periodo de luto inicial, algunas culturas suelen observar otros días de recuerdo. En el judaísmo, por ejemplo, el aniversario de la muerte y el último día de la fiesta religiosa Yom Kappur se reservan como días para recordar a los seres queridos.

Dedicar tiempo a llorar una pérdida, ya sea durante un periodo de tiempo prolongado o cada año, puede reforzar la idea de que es normal llorar a los que hemos perdido.

Esto puede ayudarle a adaptarse a su pérdida y eliminar cualquier presión que sienta para recuperarse rápidamente y volver a su vida normal. También puede animarle a hablar sobre su experiencia y su pérdida.

Comunicar cómo se siente

Con la aparición de las redes sociales y otras herramientas de comunicación, ahora podemos difundir noticias trágicas a cientos de nuestros amigos, familiares y conocidos con más rapidez y facilidad que nunca. A pesar de ello, no siempre es una forma adecuada de comunicar a todo el mundo tu pérdida o que aún estás de duelo.

La falta de comunicación en este sentido puede ser realmente perjudicial, sobre todo si tenemos en cuenta que una cuarta parte de las personas se sienten incómodas hablando de la muerte con sus familiares y amigos más cercanos. Esta falta de diálogo puede agravar la sensación de aislamiento del doliente y puede tomarse como una señal de que ya no debería estar de duelo.

Tras un funeral musulmán, no es infrecuente que los dolientes pregunten a los familiares en duelo por los detalles de la muerte de alguien poco después de su entierro. Más que curiosidad, este diálogo puede resultar terapéutico.

Hablar abiertamente de los últimos días de un ser querido o de cómo falleció puede resultar difícil. Pero algunos han descubierto que hablar de su pérdida les ha ayudado a aceptar lo ocurrido y les ha reconfortado.

Otra tradición compartida por muchas culturas es llevar ropa que muestre que se está de duelo. Las viudas cristianas ortodoxas orientales, por ejemplo, llevan ropa de luto negra durante los 40 días de duelo. Al mostrar así su dolor, permiten a los demás anticipar sus emociones.

Aunque comunicar visualmente su dolor puede no ser práctico en nuestro día a día moderno, ser capaz de comunicar abiertamente sus sentimientos a lo largo de su recuperación puede ser beneficioso.

Además, comunicar su estado emocional, ya sea por escrito, oralmente o por otros medios, puede ser una salida positiva para las emociones, a veces abrumadoras, que le produce el duelo.

Desahogar las emociones

Rara vez nos dejamos invadir por las emociones, especialmente en público, sobre todo cuando se trata de un duelo. Sin embargo, este no es el caso en otras partes del mundo.

En el judaísmo no es infrecuente que los dolientes que asisten a un funeral se arranquen trozos de ropa como desahogo físico de su dolor.

Este tipo de reacción puede parecer inusual, pero dar una salida física y controlada a las emociones puede ayudar a superarlas mientras se sobrelleva el duelo.

Existen otras reacciones violentas al dolor en algunas partes de Sudamérica y África. Por ejemplo, en algunas comunidades es habitual que los dolientes lloren descontroladamente tras la pérdida de un ser querido. En Egipto, por ejemplo, se considera inusual que algunos dolientes no estén completamente abrumados por su desesperación.

Lecciones que podemos aprender

Algunas personas tratan el duelo que sufren otros como si fuera una enfermedad de la que se pueden curar rápidamente volviendo a nuestra vida cotidiana lo antes posible. La verdad, sin embargo, es que no hay una carrera para volver a ser el de siempre, no hay soluciones ni remedios rápidos. Aunque puede que algunas de las prácticas de otras culturas no encajen en tu día a día moderno, hay algunas lecciones que pueden ayudarte en estos momentos difíciles.

Debes darte el tiempo adecuado para llorar y apreciar que el duelo no es a corto plazo. De hecho, es algo que puede acompañarle toda la vida y que requiere que dedique tiempo a recordar y llorar a la persona que ha perdido.

Es importante no tener miedo ni vergüenza de hablar de cómo se siente o de que ha perdido a alguien cercano. Ya sea hablando con regularidad y libertad sobre la persona que has perdido o recordando con dignidad a los que te rodean que aún estás asimilando tu pérdida.

Permitirse expresar sus emociones de forma física y controlada también puede ayudarle a asumir su duelo de forma saludable.

Es importante recordar que tu experiencia de duelo es única para ti. Y que todos necesitamos apoyo durante esta etapa de nuestras vidas, ya sea de un amigo, un familiar o un profesional de apoyo al duelo.