Honda CB 1000R ABS

Para entender lo que esconde esta Honda CB 1000R, tenemos que retroceder unos cuantos años, hasta 2002 para ser exactos. Fue entonces cuando se introdujo la 900 Hornet tras el éxito comercial de la 600…

Con su ardiente motor de la CBR 900RR de 1998, con una potencia revisada (110 CV) y un chasis revisado, era importante para Honda rectificar y encontrar un sustituto en su gama. Se llama CB 1000R…

En la gran liga desde el año pasado, la Honda CB 1000R se ha convertido en la referencia de la categoría. Dos días y medio y 340 kilómetros, eso es lo que hemos necesitado para esculpir un retrato de esta máquina de corazón deportivo y rostro futurista.

Después de dos días y medio de rodar con esta Honda CB 1000R equipada con el sistema de frenado C-ABS, el resultado es evidente. Con su tamaño muy compacto y su aspecto deportivo pero futurista, podemos decir que la empresa del escudo alado ha creado una obra maestra, puntualiza el concesionario de motos de segunda mano Crestanevada

Con esta CB 1000R, los defectos que mataron a la 900 Hornet se han borrado y el conjunto es aún más sublime… ¡es precioso!

Para que la receta cale en el corazón de los motoristas, Honda ha puesto en el mercado una máquina homogénea y de fácil acceso. El acabado está en línea con lo que nos ofrece Honda, es decir, sin reproches.

El cuatro en línea (heredado de la CBR 1000RR Fireblade de 2007) es suave en todo el rango de uso, estremeciéndose entre las piernas y estirando los brazos a partir de las 5.000 rpm de forma lineal pero potente. La única queja es la falta de carácter, que también se refleja en el sonido del escape.

El sistema de frenado C-ABS es imperial, el chasis es deportivo, el asiento es cómodo y el basculante deja ver una magnífica llanta en el lado derecho de la moto…

Puedes comprar una Honda CB 1000R estándar por 11 090 euros. Tendrás que añadir 600 euros más para montar la versión C-ABS.

¿Vas a dar un paseo con dos personas?

Casi tan cómodo como el asiento del piloto, el del pasajero no se quedó sin compañero durante toda la prueba. Después de la famosa charla al final del viaje, el asiento es bastante cómodo, pero la sequedad de la amortiguación saca a relucir las imperfecciones de la carretera.

En cuanto a una moto deportiva, los estribos del pasajero están un poco demasiado altos, pero la posición de los puños del pasajero (empotrados en la carcasa trasera) está bastante bien pensada. Una mano para el mango y la otra para el piloto…