¿Cómo se destruye la piel?

Si usted es como la mayoría de las mujeres, probablemente ha pasado años cocinándose al sol cuando era más joven. ¿Recuerdas todas esas veces que usaste aceite bronceador en vez de protector solar? Desafortunadamente, el daño solar no es profundo. La radiación UV altera el ADN real de las células de la piel, causando líneas, arrugas, decoloración e incluso cáncer.

La exposición al sol causa la mayoría de los cambios en la piel que consideramos una parte normal del envejecimiento. Con el paso de los años, la luz ultravioleta (UV) del sol daña la elastina. Cuando estas fibras se dañan, la piel comienza a caerse, estirarse y a perder su capacidad de volver a su lugar después del estiramiento. La piel también se magullaría y se desgarraría más fácilmente, y tardaría más tiempo en sanar. Por lo tanto, aunque el daño solar en la piel puede no ser aparente cuando se es joven, definitivamente se notará más tarde en la vida.

¿Cuáles son las tres formas principales en que el sol destruye la piel?

ARRUGAS

Los rayos del sol hacen que la piel se vea vieja y arrugada años antes de lo que debería. Más del 80% de los signos de envejecimiento de la piel en adultos son el resultado del bronceado que tenían cuando eran adolescentes antes de los 18 años. Esto se debe a que con el tiempo la luz ultravioleta del sol daña las fibras de la piel llamadas elastina. Cuando estas fibras se rompen, la piel comienza a caerse y estirarse, y como resultado se forman arrugas.

TONO DESIGUAL DE LA PIEL

Demasiado sol también causa una coloración o pigmentación irregular de la piel. Algunas áreas de la piel se ven más oscuras, mientras que otras se ven más claras. El sol también puede causar cambios permanentes en los pequeños vasos sanguíneos, dando a su piel una apariencia rojiza. El melasma también se puede formar por la exposición excesiva al sol, lo que resulta en manchas marrones o bronceadas en las mejillas, la nariz, la frente y el mentón.

MANCHAS DE LA EDAD Y PECAS

Las manchas de la edad, que consisten en manchas marrones o grises, son el resultado de la exposición al sol, por lo que tienden a aparecer en áreas que reciben mucho sol, como la cara, las manos y el pecho. Las pecas son manchas pigmentadas en la piel y generalmente se encuentran en áreas del cuerpo expuestas al sol. Son más notables en el verano, especialmente entre las personas de piel clara y las que tienen el pelo claro o rojo.

El cáncer de piel

Además de estas tres cosas, la exposición excesiva al sol también puede causar cáncer de piel. El cáncer de piel es un crecimiento anormal de las células de la piel que se desarrolla con mayor frecuencia en áreas de la piel expuestas a los rayos del sol. El cáncer de piel afecta a personas de todos los colores y razas, aunque aquellos con piel clara que se queman fácilmente tienen un riesgo más alto. Usted puede protegerse contra el cáncer de piel limitando su exposición al sol, y siempre usando un bloqueador solar con un alto factor de protección solar cuando está fuera de casa.